jueves, 9 de mayo de 2013

DELIMITACIÓN


Centro de Estudios de Bachillerato 4/1
“Maestro Moisés Sáenz Garza”

PSICOLOGIA II

VIOLENCIA


Equipo 1         Integrantes:
Camacho González Dulce
Gutiérrez Ceballos Valeria
Ortega Roa Salma Katia.

Grupo 606



INTRODUCCIÓN.
La violencia es el tipo de interacción humana que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada, provocan, o amenazan con hacerlo, un daño o sometimiento grave (físico, sexual o psicológico) a un individuo o una colectividad; o los afectan de tal manera que limitan sus potencialidades presentes o las futuras.
Se trata de un concepto complejo que admite diversas matizaciones dependiendo del punto de vista desde el que se considere; en este sentido, su aplicación a la realidad depende en ocasiones de apreciaciones subjetivas.
El elemento esencial en la violencia es el daño, tanto físico como psicológico. Este puede manifestarse de múltiples maneras (por ejemplo, los estímulos nocivos de los que depende) y asociado igualmente, a variadas formas de destrucción: lesiones físicas, humillaciones, amenazas, rechazo, etc.
Otro aspecto de la violencia que hay que tener en cuenta es que no necesariamente se trata de algo consumado y confirmado; la violencia puede manifestarse también como una amenaza sostenida y duradera, causante de daños psicológicos quienes la padecen y con repercusiones negativas en la sociedad.
En otro orden de cosas, cuando la violencia es la expresión contingente de algún conflicto social puede darse de manera espontánea, sin una planificación previa minuciosa.
La violencia puede además ser justa o injusta; legítima o ilegítima; encubierta o abierta; estructural o individual.






OBJETIVO.
Esta investigación pretende contribuir a los estudios acerca de la violencia en México, y estudiaremos los tipos de violencia, que se generan.
Crear en las personas un grado de reflexión sobre el tema de la violencia, debido a la gran cantidad de problemas que trae este fenómeno para una sociedad como la nuestra, en donde la mayor parte del tiempo nos encontramos bajo un ambiente de violencia, convirtiéndose en uno de los temas más comunes para los medios.
Dar a los lectores información apropiada con el fin de hacer de ellos un medio para la difusión de los problemas que trae el tema de la violencia intrafamiliar.
Crear en los lectores conciencia, acerca de las consecuencias que trae  este tipo de violencia.
Difundir algunas formas para la prevención y denuncia de estos casos.













PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

“México, delegación Miguel Hidalgo. Durante los últimos tres años ha crecido la violencia, así como los tipos de violencia, ¿qué factores psicológicos en el hombre lo genera y como la prevenimos?”
DELIMITACIÓN DEL TEMA.
1.   Ubicación geográfica: México
2.   Especificación de determinado periodo de tiempo: últimos tres años.
3.   Un solo punto de vista: Psicológico.
4.   Una sola palabra: Violencia.
5.   Características que se buscan: Crear conciencia.
6.   Aspecto relevante que se trata de encontrar: Como prevenir la violencia.
7.   Lo que se investigara: Tipos de violencia.

HIPOTESIS.
Mediante una encuesta que realizaremos a personas  de distintas edades, clase social, sexo, etc. Nos daremos cuenta de que tan elevado se encuentran los factores violentos en la Delegación Miguel Hidalgo y como es que la gente reacciona ante esta situación y si la gente está lo suficiente informada para prevenir la violencia.





VARIABLES
 En las variables personales que estudiamos son las que tienen que ver con la autoestima personal y el malestar psicológico conformado por sintomatología depresiva y estrés relacionado con la violencia.
En aquellos contextos familiares donde existe una serie de problemáticas en la comunicación de los padres con los hijos tiene una relación directa con la violencia.
En el caso de la escuela, cuando el alumno tiene un bajo rendimiento escolar además de no contar con expectativas a futuro son situaciones que pueden colocar a los adolescentes a ingresar a la violencia escolar.
Veíamos como estos dos contextos familiares y escolares forman un papel importante. Por lo regular creemos que estos escenarios son de protección y no lo es tanto, si no se cumplen ciertos requisitos.
De todas las autoestimas, la autoestima social alta es la que se relaciona directamente con la violencia escolar, ya que se carece de un juicio de valores entre los mismos compañeros de clases, quienes refuerzan la actitud violenta de los adolescentes.
Este tipo de autoestima social es generadora de actos violentos y deberá ser atendida por nuevas investigaciones, señaló la investigadora.
Es así como la familia y la escuela vuelven a aparecer como los contextos más importantes de los cuales depende se genere o no la violencia escolar.

Esta investigación será apoyada con 95 mil pesos para posteriores investigaciones derivadas de la misma y que alumbren el camino.

MARCO TEORICO.

La violencia es una forma de entender y abordar el conflicto que lleva a uno de los protagonistas del enfrentamiento conflictivo a asumir posiciones de poder prepotente y abusivo que obligan al otro a asumir posiciones de víctima en la situación. Miguel Székely Pardo Subsecretario de Educación Media Superior (2008). En los últimos años se ha dado la violencia en las escuelas secundarias como en las escuelas media superior (EMS) federales, estatales y autónomos. Las características que se presentan son de entre estudiantes de 14 a 19 años.
La prevención de la violencia y del abuso psicológico puede iniciarse desde diferentes contextos. La agresión física hacia los demás tiene lugar en, aproximadamente, el 30% de los estudiantes de educación secundaria y universitaria, tal y como han demostrado en sus investigaciones los psicólogos Marina Muñoz-Rivas y José Luis Graña. En consecuencia, estos datos justificarían la necesidad de desarrollar programas para la prevención de la violencia, dentro de los currículos de educación para la salud. Además, algunos adolescentes presentan un mayor riesgo de desarrollar otros tipos de comportamiento agresivo hacia pareja más serios; estos chicos se encuentran, a menudo, en clases o centros escolares especiales para personas con problemas del conducta o de tipo emocional, y requieren ayuda en el desarrollo de habilidades de relación interpersonales y en la comprensión de lo que es una relación de pareja saludable.
Bibliografía.

http://www.infocop.es/view_article.asp?id=3444&cat=11




DESARROLLO

Violencia
La violencia es definida como: Calidad de violento, Acción violenta, Acción de violentar o violentarse, Efecto de violentar o violentarse, Acción de violar.
La violencia se clasifica en:

·         Violencia intrafamiliar
Actos violentos cometidos en el hogar entre miembros de una familia. La violencia intrafamiliar también la relacionan con niños maltratados y con acciones verbales y psicológicas que pueden ser cometidas tanto por mujeres como por hombres.
Algunos buscan el origen en las rutinas del hogar adaptadas a una fuerza de trabajo exclusivamente masculina.
Se habla que la violencia intrafamiliar afecta mucho el comportamiento de los niños pues estos al ser golpeado y ver sus madres siendo golpeadas por sus padres o viceversa, los niño entonces reflejan una conducta en todo su entorno. Estos como forma de descarga o de rencor a sus padres se envuelven en riñas que como dije son el reflejo de lo que ven o reciben en casa.
Los niños que conviven en un ambiente agresivo, donde los padres discuten día y noche, donde en la mayoría de los casos los padres golpean a sus esposas y donde estos son golpeados por el poco entendimiento de sus padres son entonces ellos los que al crecer se convierten en delincuentes que tratan de quitarse su ira con otra persona.



·         Violencia Domestica
Tipos:
- Agresión física: golpe de puño, patada, tirón de pelo, morder, empujón o agresión con un instrumento.
- Sexual: Mantener una relación sexual no deseada, "manoseo", o violación.
- Destrucción de la propiedad.
- Injuria o destrucción de mascotas.
- Amenazas o intimidación personales o a otros familiares.
- Control del dinero, de la movilidad, de las actividades o de los contactos sociales.

·         Violencia juvenil
El ser humano desde pequeño necesita compartir espacios con otros. En ellos van aprendiendo a vivir espontáneamente entre sus pares, al tiempo que va tomando conciencia de los roles que ejercer al interior del grupo, donde es preparado para la vida en sociedad.
Con el paso del tiempo, el grupo de jóvenes se va haciendo más grande y cohesionado; crece unidos por interese, signos y gestos que lo van distinguiendo de los demás.
Muchos jóvenes perciben un “sistema” que no le gusta ni les acoge. Ante esto, aparece la reacción, que en algunos grupos se expresa adoptando la cultura del “no estoy ni ahí”, a través de agresividad, conductas vandálicas y desconfianza ante las organizaciones sociales más formales. Así, las pandillas, unidas por intereses comunes, luchan por ganar espacios de participación, por diferenciarse del resto de la sociedad o, simplemente, por permanecer fuera de ella.


¿Qué genera la violencia juvenil?
1. Un hogar destrozado, un niño se sintió abandonado desde sus primeros años, un joven que no fue querido o escuchado, normalmente se asocian a grupos con otros que también crecieron con estímulos afectivos anormales.
2. No se puede ignorar la influencia dañina de las escenas de  violencia y abuso sexual que se transmite semanalmente la pantalla de la televisión.
3. Otra fuente de violencia es esa escondida aspiración de llamar la atención, a ser “personaje” en la sociedad con cualquier pretexto; hay una enfermiza búsqueda de identidad.
MATERIAL DE TRABAJO.
Cuestionarios, aplicados a los alumnos del Centro de Estudios de Bachillerato que están en sexto semestre.
1. ¿Conoces que es la violencia?
Sí.     No.
2. ¿Estas rodeado(a) de gente violenta?
Sí.     No.
3. ¿Crees que con violencia solucionas los problemas?
Sí.    No.
4. ¿Has sido violento con alguna persona?
Sí.    No.
5. ¿Has sufrido de violencia?
Sí.    No.
6. ¿Crees que existen varias formas de agresión?
Si      No.
7. ¿Te gusta la violencia?
Sí.    No.
8. ¿Eres violento?
Sí.    No.
9. ¿Te desagrada la violencia?
Sí.    No.


RESULTADOS DE LAS RESPUESTAS DEL CUESTIONARIO.



CONCLUSIÓN.
Bueno pues nos pudimos dar cuenta que la mayoría de las personas que encuestamos saben que es violencia y que esta es controlable y curable
De igual manera el mayor porcentaje de los encuestados afirma estar rodeado de gente violenta y este es un factor que genera más violencia,
Observamos que las personas saben que la violencia no soluciona los problemas. Y admitieron que en alguna  vez han sido violentos.
La violencia aunque se clasifique en diferentes tipos es y será siempre la incitación o los malos recuerdos de una persona, pues pudo vivir una infancia muy padecida y estos problemas infantiles los reflejan ya en la etapa de adultez.
BIBLIOGRAFÍA
Enciclopedia Encarta 98
Enciclopedia Santillana
Revista Dominicana de Psicología
Órgano de Divulgación del Instituto de Servicios Psicológicos y Educativos ISPE

ANALISIS.
Este trabajo fue elaborado con el fin de que el lector tome conciencia acerca de la violencia, que en caso de que él sea que violenta a las demás personas se dé cuenta de todo el daño que puede causarle a la otra persona, ya que este es un problema que afecta a la mayoría de la población, muchas de las personas que son violentadas no dicen nada, se quedan callados por miedo, amenazas o hasta falta de comunicación, que este también es un problema de confianza.
Queremos dar a conocer a las personas que puedan leer este trabajo que este gran problema tiene solución y para que sea así tenemos que empezar por nosotros mismos, tratando a las personas que nos rodean tanto en la casa, como en la escuela de la forma que nos gustaría que nos traten a nosotros. Ya que la violencia nunca será una forma de arreglar un problema, al contrario, la violencia sólo trae más violencia.
Esperamos que este proyecto sea de ayuda a personas que desconozcan el tema de la violencia, o que no sepan que existen varios tipos de violencia, como es la intrafamiliar, sexual, física y psicológica entre otras. Y también a la gente que conozca personas violentas o personas que son agredidas que los haga entrar en razón, que piensen en las consecuencias de esto, y que si no se hace algo para terminar con este problema, se va a seguir agravando como hoy en día es. 

miércoles, 17 de abril de 2013

Agresividad y conducta violenta


Hay que empezar aclarando que un niño puede ser agresivo, sin ser 
violento, aún cuando estos dos aspectos están íntimamente relacionados. 
Podríamos decir que la agresividad es una actitud y la violencia es una
conducta. Hay miradas o gestos agresivos que no acaban en una pelea o en una 
acción violenta. La pelea es la conducta violenta que manifiesta una agresividad no 
controlada. 
También hay que mencionar que la actitud agresiva (de fastidio o de 
malestar) ante algo que deseamos y que por las causas que sea, no conseguimos,
se puede considerar natural y sana. Eso implica que sentimos de forma correcta, 
que nos interesa conseguir ese objeto o llegar a esa meta y tenemos una 
disposición para lograrlo. El problema aparece cuando no “admitimos” ese 
impedimento y desarrollamos una conducta negativa (violenta) para conseguirlo.
No hay que olvidar cuando se analiza una conducta violenta la influencia que 
ejercen estos factores: 
- la carga genética.
- la edad en la que se produce la conducta violenta.
- los modelos de influencia.
- el consumo de sustancias.
- la falta de reflexión. 
- el no aprendizaje de habilidades correctas para la resolución de 
conflictos.
- la percepción errónea de la comunicación o acciones de los demás.
- que haya ocurrido cualquier hecho traumático.
- Lesiones neurológicas.
Independientemente de estos factores, podemos decir que la conducta 
agresiva posee 2 componentes principales: la frustración y la defensa.
La frustración adaptativa es la capacidad de asumir, psicológicamente, de forma 
correcta que no podemos conseguir algo, o hacerlo en el momento que lo 
deseamos.
Un niño con poca tolerancia a la frustración mostrará una actitud agresiva para 
conseguir su objetivo; a menos tolerancia a la frustración mas agresividad y por lo 
tanto, mayor probabilidad de desarrollar una conducta violenta. 
Ejemplo: la pataleta ante un juguete que no se le compra. La pataleta de un niño 
con baja tolerancia a la frustración será mas intensa que la de un niño que tolere 
mejor la frustración. Es más fácil que los niños con baja tolerancia desarrollen una 
conducta violenta: pegar, insultar, autolesionarse, tirar cosas, etc.
Por otro lado, el componente defensivo de una situación determinará también la 
intensidad de esa actitud agresiva. 
Si el niño percibe una orden, una norma o una petición como ofensiva (que le 
“ataca”) su actitud agresiva y posible respuesta violenta estará determinada como 
defensa ante esa “agresión”: pegar, insultar, romper cosas, etc. También hay que 
aclarar que la defensa ante una agresión es una respuesta natural (instintiva) de
protección. El problema surge cuando se utiliza la violencia como respuesta ante 
algo que no es un “ataque” o lo hago de manera desproporcionada.Ejemplo 1: cuando un niño desea un juguete y los padres deciden no comprárselo 
aparece la actitud agresiva: una mirada de rabia o tensión corporal, (por ejemplo) 
y la conducta violenta: insultar, pegar, etc. 
En este caso podemos decir que aparece una conducta violenta donde el principal 
factor que la provoca seria la poca tolerancia a la frustración seguida, en 
menor medida, por el componente defensivo, es decir los padres son los 
“malos” por que me quieren fastidiar y “atacan” al niño por que no le quieren 
comprar ese juguete. Se podría establecer un porcentaje de influencia mayor del 
primer factor frustrante sobre el defensivo. Por lo general, esta preponderancia es 
habitual en la infancia mas que en la adolescencia. 
Ejemplo 2: cuando a un adolescente no le dejan salir mas tarde de la hora 
asignada. La percepción de que lo hacen para fastidiarle y que no le dejan salir mas 
tiempo porque no les da la gana hace que el factor defensivo adquiera mas 
importancia que el de la frustración ya que se ve en muchas ocasiones a los padres 
como “enemigos” que le impiden hacer algo por que les fastidia verle disfrutar. 
Siendo el componente de la frustración en este caso secundario. El factor defensivo, 
en líneas generales, es mayor en la adolescencia que en la infancia.
Control de la conducta violenta
Este control vendría principalmente determinado por el manejo adecuado de estos 
2 factores. Hay que analizar cual de los 2 es el que mas influye en la conducta 
violenta en concreto para abordarlo en primer término. Es decir, si vemos que esa 
conducta tiene como factor principal el defensivo conseguiremos que disminuya, 
la agresividad, creando una situación en la que el niño o adolescente no se sienta 
“atacado”.
Si el factor principal, en cambio, es el de la frustración, eliminaremos la conducta 
violenta creando una mayor tolerancia a la frustración y asimilación correcta de esa 
pauta o norma.
Los niños o adolescentes con buena tolerancia a la frustración y que 
analizan correctamente la comunicación o la situación y no se “sienten 
atacados”, de forma general solo reflejan, ante un deseo no satisfecho, 
una conducta agresiva de baja intensidad o adaptativa, como puede ser la 
tensión corporal, las miradas agresivas, verbalizaciones poco intensas 
(“vaya rollo”) etc., pero es muy poco probable que desarrollen finalmente 
una conducta violenta.
Por lo tanto para el control de la conducta violenta habrá que argumentar y aclarar 
de forma natural y sincera (siempre teniendo en cuenta: la edad, su nivel de 
comprensión, etc.) porque no se le permite hacer eso en concreto que le hemos 
dicho, para que vaya asumiendo mejor la frustración que supone el no conseguir su 
deseo. Es importante hacerlo desde el inicio de la infancia (a partir de los 2 años) 
ya que es a esta edad donde empiezan a poner a prueba los límites educativos 
familiares.
Con el factor defensivo habrá que actuar de manera que el niño o adolescente no 
sienta que lo que se dice o lo que se le pide es un ataque hacia él y del que, por lo 
tanto, se tiene que defender. Cuando eliminamos el factor defensivo eliminamos la 
sensación de que se tiene que defender. 
Aunque como todo no es fácil, pero cuando se practica y se mejora suele ser una 
herramienta muy eficaz. 

Violencia contra la mujer.


Datos y cifras

- La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres.

- En un estudio multipaís de la OMS, el 15%-71% de las mujeres de 15 a 49 años refirieron haber sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.

- Estas formas de violencia pueden dar lugar a problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y otros problemas de salud, y aumentar la vulnerabilidad al VIH.

- Entre los factores de riesgo de comisión de actos violentos cabe citar un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber sufrido maltrato infantil o haber presenciado escenas de violencia en la familia, el uso nocivo del alcohol, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.

- Entre los factores de riesgo de ser víctima de la pareja o de violencia sexual figuran un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber presenciado escenas de violencia entre los progenitores, la exposición a maltrato durante la infancia, y actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.

- En entornos de ingresos altos, hay ciertos indicios de la eficacia de los programas escolares de prevención de la violencia de pareja (o violencia en el noviazgo) entre los jóvenes.

- En los entornos de ingresos bajos, aparecen como prometedoras otras estrategias de prevención primaria, como la microfinanciación unida a la formación en igualdad de género y las iniciativas comunitarias dirigidas contra la desigualdad de género o tendentes a mejorar la comunicación y las aptitudes para las relaciones interpersonales.

- Las situaciones de conflicto, posconflicto y desplazamiento pueden agravar la violencia y dar lugar a nuevas formas de violencia contra las mujeres.


Introducción

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada".
La violencia de pareja se refiere al comportamiento de la pareja o ex pareja que causa daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control.
La violencia sexual es cualquier acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito. Comprende la violación, que se define como la penetración, mediante coerción física o de otra índole, de la vagina o el ano con el pene, otra parte del cuerpo o un objeto.

Alcance del problema

  • Las estimaciones más precisas de la prevalencia de la violencia de pareja y la violencia sexual en entornos sin conflictos son las proporcionadas por encuestas poblacionales basadas en el testimonio de las víctimas. En un estudio de la OMS sobre la salud de la mujer y la violencia doméstica contra la mujer (WHO multi-country study on women’s health and domestic violence against women) realizado en 10 países, en su mayoría en desarrollo, se observó que en las mujeres de 15 a 49 años:
  • entre el 15% de ellas en el Japón y el 70% en Etiopía y el Perú referían haber sufrido a lo largo de su vida violencia física o sexual perpetrada por su pareja;
  • entre un 0,3% y un 11,5% referían haber sufrido violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja después de cumplidos 15 años;
  • la primera experiencia sexual había sido forzada en muchos casos (17% en la Tanzanía rural, 24% en el Perú rural, y 30% en zonas rurales de Bangladesh).
  • La violencia de pareja y la violencia sexual son perpetradas en su mayoría por hombres contra mujeres y niñas. El abuso sexual infantil afecta a niños y niñas. En los estudios internacionales realizados, aproximadamente el 20% de las mujeres y el 5%-10% de los hombres refieren haber sido víctimas de violencia sexual en la infancia.
  • Los estudios poblacionales sobre la violencia en las relaciones entre los jóvenes («violencia en el noviazgo») indican que este problema afecta a una proporción considerable de la población joven. Por ejemplo, en un estudio realizado en Sudáfrica entre personas de 13 a 23 años, el 42% de las mujeres y el 38% de los hombres refirieron haber sido víctimas de violencia física en el noviazgo.
  • Factores de riesgo
  • Los factores de riesgo de violencia de pareja y violencia sexual son de carácter individual, familiar, comunitario y social. Algunos se asocian a la comisión de actos de violencia, otros a su padecimiento, y otros a ambos. Entre los factores de riesgo de ambas, violencia de pareja y violencia sexual, se encuentran los siguientes:
  • un bajo nivel de instrucción (autores de violencia sexual y víctimas de violencia sexual);
  • la exposición al maltrato infantil (autores y víctimas);
  • la experiencia de violencia familiar (autores y víctimas);
  • el trastorno de personalidad antisocial (autores);
  • el uso nocivo del alcohol (autores y víctimas);
  • el hecho de tener muchas parejas o de inspirar sospechas de infidelidad en la pareja (autores);
  • las actitudes de aceptación de la violencia (autores y víctimas).
  • Entre los factores asociados específicamente a la violencia de pareja cabe citar:
  • los antecedentes de violencia (autores y víctimas);
  • la discordia e insatisfacción marital (autores y víctimas).
  • Y entre los factores asociados específicamente a la violencia sexual destacan:
  • la creencia en el honor de la familia y la pureza sexual;
  • las ideologías que consagran los privilegios sexuales del hombre, y
  • la levedad de las sanciones legales contra los actos de violencia sexual.
  • La desigualdad de la mujer con respecto al hombre y el uso normativo de la violencia para resolver los conflictos están estrechamente asociados tanto a la violencia de pareja como a la violencia sexual ejercida por cualquier persona.
  • Consecuencias para la salud
  • La violencia de pareja y la violencia sexual producen a las víctimas supervivientes y a sus hijos graves problemas físicos, psicológicos, sexuales y reproductivos a corto y a largo plazo, y tienen un elevado costo económico y social.
  • Entre los efectos en la salud física se encuentran las cefaleas, lumbalgias, dolores abdominales, fibromialgia, trastornos gastrointestinales, limitaciones de la movilidad y mala salud general. En algunos casos se producen traumatismos, a veces mortales.
  • La violencia de pareja y la violencia sexual pueden ocasionar embarazos no deseados, abortos provocados, problemas ginecológicos, e infecciones de transmisión sexual, entre ellas la infección por VIH. La violencia de pareja durante el embarazo también aumenta la probabilidad de aborto espontáneo, muerte prenatal, parto prematuro y bajo peso al nacer.
  • Estas formas de violencia pueden ser causa de depresión, trastorno de estrés postraumático, insomnio, trastornos alimentarios, sufrimiento emocional e intento de suicidio.
  • La violencia sexual, sobre todo en la infancia, también puede incrementar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, así como las prácticas sexuales de riesgo en fases posteriores de la vida. Asimismo se asocia a la comisión (en el hombre) y el padecimiento (en la mujer) de actos de violencia.
  • Repercusión en los niños
  • Los niños que crecen en familias en las que hay violencia pueden sufrir diversos trastornos conductuales y emocionales. Estos trastornos pueden asociarse también a la comisión o el padecimiento de actos de violencia en fases posteriores de su vida.
  • La violencia de pareja también se ha asociado a mayores tasas de mortalidad y morbilidad en los menores de 5 años (por ejemplo, por enfermedades diarreicas y malnutrición).

Costos sociales y económicos

Los costos sociales y económicos de este problema son enormes y repercuten en toda la sociedad. Las mujeres pueden llegar a encontrarse aisladas e incapacitadas para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en actividades cotidianas y ver menguadas sus fuerzas para cuidar de sí mismas y de sus hijos.

Prevención y respuesta

En la actualidad hay pocas intervenciones cuya eficacia se haya demostrado mediante estudios bien diseñados. Son necesarios más recursos para reforzar la prevención de la violencia de pareja y la violencia sexual, sobre todo la prevención primaria, es decir, para impedir que se produzca el primer episodio.
Respecto a la prevención primaria, hay algunos datos correspondientes a países de ingresos altos que sugieren que los programas escolares de prevención de la violencia en las relaciones de noviazgo son eficaces. No obstante, todavía no se ha evaluado su posible eficacia en entornos con recursos escasos. Otras estrategias de prevención primaria que se han revelado prometedoras pero deberían ser evaluadas más a fondo son por ejemplo las que combinan la microfinanciación con la formación en materia de igualdad de género, las que fomentan la comunicación y las relaciones interpersonales dentro de la comunidad, las que reducen el acceso al alcohol y su uso nocivo, y las que tratan de cambiar las normas culturales en materia de género.
Para propiciar cambios duraderos, es importante que se promulguen leyes y se formulen políticas que protejan a la mujer; que combatan la discriminación de la mujer y fomenten la igualdad de género, y que ayuden a adoptar normas culturales más pacíficas.
Una respuesta adecuada del sector de la salud puede ser de gran ayuda para la prevención de la violencia contra la mujer y la respuesta consiguiente. La sensibilización y la formación de los prestadores de servicios de salud y de otro tipo constituyen por tanto otra estrategia importante. Para abordar de forma integral las consecuencias de la violencia y las necesidades de las víctimas y supervivientes se requiere una respuesta multisectorial.